Jack “The Ripper“ by William Burroughs
“Escribir es una maldición
que salva“.
Clarice Lispector
“Lolita, luz de mi vida,
fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua
emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el
tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por
la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola
con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en
mis brazos era siempre Lolita.“
Vladimir Nabokov
No recuerdo del todo porque dejé
de escribir y lo he dejado de hacer durante este periodo de mi vida, ayer de forma fortuita leí una vez mas el comienzo de Lolita
, esto me recordó mis apuntes de un pequeño taller de novela que tomé con el
escritor madrileño Andrés Barba , hace ya varios años y decidí volver a
enfrentarme cara a cara con las hojas en blanco.
En ese taller me encontré rodeado
de una pandilla de periodistas musicales amargados, guionistas de todo tipo,
desde telenovelas hasta uno que otro mas interesante como de revistas porno,
todos ellos futuros Navokov, Bukowski , Burroughs y Cortazar, pretenciosos y
poco indulgentes , la mayoría
egresados de la SOGEM, de plumas “afiladas“ y descripciones “punzo
cortantes“ y poniendo en práctica sus tácticas intimidatorias en los ejercicios
de narrativa, puro bluff .
“Escribir una novela es como
hacer una caja de zapatos“ decía un joven Barba mientras repasábamos párrafos de “Los Sonámbulos“ de Hermann
Broch, con definiciones puntuales y reflexiones mas allá de los lugares
comunes.
Lo mejor, el maestro y por mucho
, quién comenzó haciendo un sondeo de las novelas que habían marcado nuestras
vidas hasta ese momento y los estilos que preferíamos.
¿Se necesita cierto estómago de
tripas crujientes para escribir bien ? , no lo sé , lo único cierto es que el
taller me despejó muchas dudas en cuanto a varios de los mitos de la narrativa
literaria y sus protagonistas.
Tal vez , lo visto en esos pocos
días del taller alcance o no para editar una novela, nunca se sabe, pero lo
único cierto es que me ha devuelto el ánimo de exorcizar mis demonios de vez en
cuando y de forma mas disciplinada , sin ningún otro motivo que regresar a la
maldición, esa de la que habla Lispector, la que salva.
Hemingroove
Hemingroove
No comments:
Post a Comment