Que hacer cuando una parte del corazón ha sacado las alas y volado hacia Paris sin vuelta atrás (esto ya parece una maldita costumbre jeje). Después de una noche de viernes en la que esa parte viajera del corazón se ha despedido para hacer una nueva vida (Siempre estará Bob Dylan con su guitarra para revivirlo ) y un sabado con miei amici de magníficos ravioli pomodoro y albaca, pizza, vino , bromas, risa, reflexiones, confesiones , chelas y los Chilli Peppers de fondo.
Llega el Domingo por la tarde, saco la hamaca y me dispongo a leer las últimos líneas de Tokio Blues de Murakami mientras escucho Blue Bosa de Ana Caram con la Saudade característica brasileira, después de un par de reflexiones de filosofía de Hamaca sonrio , miró al cielo y pienso como el protagonista de la novela.
“Lo único que puedo hacer es sentarme a la mesa y escuchar una vez tras otra Kind of Blue mientras miro distraídamente el patio bajo la lluvia”
Watanave
Tokio Blues
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