Tomás Segovia en Madrid. (1 mar 08) Foto: JB
"...El susurro del viento errante por la noche
que trae de los trasfondos la efusión solitaria
del tumulto callado de las cosas..."
Tomas Segovia
Hay que cerrar con llave la casa atareada
Al modo de quien deja encerrada su ropa
para entrar en el mar
Hay que venir sin nada
A mojarse el cabello en el silencio
A mirar todo esto pero dejarlo estar
Los árboles que instauran la lentitud del tiempo
Que luego rasgan con agudos picos
Los presurosos pájaros siempre asomados
Hay que no pedir nada
A tantos seres vivos cada uno en lo suyo
Como si hubieran de dejar bien claro
Que cumplen a conciencia su tarea
Como queriendo dar todas las pruebas
De una fidelidad meticulosa
No sabría decir para quién pues bien veo
Que para mí no es.
“Lluvia estival“
En la apartada noche ya sin nadie,
tibia, agitada, leve cae la lluvia,
sola para sí sola.
Íntima bailarina por la noche,
misteriosa, alocada,
gime allá, vuela, ahoga aquí una risa,
caprichosa musita, se interrumpe,
juguetona, inquietante,
viene y va, calla, desde lejos torna
con sonreídas lágrimas,
va a decir algo que en suspiro muere.
Y huyendo con susurros
y voces de sirena,
deja en el aire un mórbido perfume
de amor difunto en punzante recuerdo,
y en el alma el errático, incurable,
secreto amor de todas las derivas...
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